La inflamación nasal es una afección común en los bebés y puede producirse como resultado de muchos factores. Por ejemplo, las alergias nasales pueden provocar que el revestimiento de los conductos nasales y los senos paranasales se inflame, lo que provoca irritación, congestión y presión. Los resfriados y otros virus de las vías respiratorias superiores también pueden provocar la inflamación de las vías nasales de un bebé.
Otras causas de inflamación nasal
Algunos factores fisiológicos también pueden causar inflamación nasal en los bebés. Por ejemplo, los recién nacidos que han pasado meses viviendo en líquido amniótico suelen nacer con los conductos nasales inflamados. Pueden estornudar, resoplar o tener un sonido congestionado al respirar. La afección suele desaparecer en una semana después del nacimiento y no es motivo de preocupación.
Las obstrucciones nasales también pueden causar inflamación nasal. Estas pueden incluir:
- Hematoma o hinchazón sólida de sangre coagulada con el tejido nasal,
- Tabique desviado,
- Un tumor,
- Atresia de coanas,
- Fibrosis quística.
Estas condiciones son raras y deben ser diagnosticadas por un profesional médico.
Cómo tratar la inflamación nasal en los bebés
Lamentablemente, no es seguro darles a los bebés medicamentos contra el resfriado para aliviar la inflamación nasal causada por un resfriado o alergias. Sin embargo, hay algunas medidas que pueden brindar alivio en el hogar.
1. Utilice un aspirador nasal para eliminar el exceso de mucosidad de las cavidades sinusales.
2. Mantenga el aire húmedo en su hogar, especialmente durante los meses de invierno. Un ambiente excesivamente seco puede provocar que los conductos nasales de un bebé se irriten. A veces, una nariz demasiado seca puede provocar sangrado y los bebés con conductos nasales secos son más susceptibles a los resfriados y los virus. Pruebe un humidificador o un vaporizador de vapor frío para agregar humedad al aire en la habitación de su bebé.
3. Las gotas de solución salina también pueden aliviar la sequedad nasal y ayudar a eliminar el exceso de mucosidad. A continuación, le indicamos cómo hacerlo. Acueste a su bebé boca arriba y coloque una toalla o manta enrollada debajo de los hombros. Presione la punta de la nariz hacia arriba y coloque dos o tres gotas de solución salina en cada fosa nasal. Espere aproximadamente un minuto y coloque a su bebé boca abajo para estimular el drenaje. Es posible que su bebé tosa y estornude para expulsar las gotas o la mucosidad. Las gotas de solución salina están disponibles en la mayoría de las farmacias.
Si la inflamación nasal de su bebé no mejora después de recuperarse de un resfriado o de seguir estos remedios caseros, consulte a su pediatra para obtener más consejos.